prólogo para un diario de investigación proyecto dialektiké por Alexandre Rodríguez y Fondos
Una de las maneras en que se forman los equipos de investigación en las grandes universidades estadounidenses y británicas en los últimos años es la de la diversidad del grupo. Ya no se busca tener equipos formados por estudiantes, con una misma forma de razonar y trabajar y que provengan de la misma universidad, se apuesta por equipos donde los miembros sean expertos, sí, en la misma materia, pero que provengan de contextos culturales extremadamente diferentes y entre los que los métodos de aproximación sean diversos. Si el ámbito de investigación es la física, evidentemente se buscan los mejores físicos, pero a nivel global, y no sólo se valora el currículo universitario, se valoran los elementos culturales que definen la identidad de cada uno. Por ejemplo, a un físico como el personaje Sheldon Cooper de la serie The Big Bang theory (intelectualmente por encima de la media, pero muy por debajo con respecto al nivel de madurez) se le hará trabajar, según este método, con un físico que provenga de un país en guerra o de un país masacrado o de un país totalitario donde la concepción de la ciencia sea muy diferente a como se piensa en una democracia y donde la situación personal y familiar lo haya obligado a tener un nivel de madurez muy por encima de la media. También se añadiría al equipo un físico-músico, es decir, una persona que se relaciona con la física (mismo tema) pero el lenguaje principal para entender o definir su vida y concepción del mundo es artístico (diferente approach) . Este ejemplo me parece una buena manera de definir el concepto verdad desde el punto de vista del pensamiento crítico universitario europeo proveniente de la ilustración. La verdad como concepto cultural, intelectual y en constante cambio, definida a través de una serie de herramientas del pensamiento como la filosofía, la ciencia, la economía, el arte, la filología, la sociología o la historia ... en resumen, la diversidad como herramienta de riqueza intelectual. Durante mi carrera en la ESAD Eolia, donde ahora estoy terminando la especialidad de interpretación y donde también me formo, con asignaturas optativas, en dirección y dramaturgia, he ido abrazando cada día más esta manera de pensar. En mi opinión, pienso que una de las mejores maneras de aprender a actuar es aprender a escribir y dirigir teatro y viceversa. Y, aún más, creo que una de las mejores maneras de aprender teatro es a través de la danza, el cine, la literatura, el ensayo, la performance, la instalación ... Sólo cuando he empezado a estudiar teatro he encontrado de verdad pasión o interés para satisfacer mi curiosidad en otros ámbitos como la filosofía, la literatura, el mundo jurídico o la sociología. De hecho, antes de estudiar teatro estudié derecho y no le acababa de encontrar interés en el mundo del derecho, a la historia, la filosofía y su relación con la política nacional o internacional. Es ahora que "me dedico" en el teatro (y lo disfruto) cuando he recuperado mi pasión por todos estos otros temas que siempre me habían interesado. Es cuestión de encontrar tu tema y tu lenguaje (o approach). Este año he cursado una asignatura de psicología aplicada con Óscar Vilarroya, Doctor en Ciencia Cognitiva. Durante el semestre nos ha introducido en nociones de neurociencia, de psicología, de biología, relacionándolas con contenidos artísticos o humanistas para acercarse a nosotros: Borges, Carrère, Chomsky. Ha sido apasionante. No sólo he descubierto un acercamiento a ámbitos científicos que hasta ahora nunca me habían llamado la atención, sino que mi visión sobre el teatro ha cambiado radicalmente. Mi sensación como actor a la hora de actuar, mi manera de escribir o mirar el acto escénico desde fuera -esta es la sensación que tengo- han cambiado. Es como hablar varios idiomas, o haber vivido en diferentes países. A veces, tienes una ligera sensación de comprender mejor tu contexto anterior cuando más diferente es el nuevo contexto en el que te encuentras. La propuesta de iniciar una investigación fue una sugerencia de Pablo Ley, jefe de Departamento de Dramaturgia y Dirección en Eolia. Él me propuso "aprovechar" los conocimientos de Óscar Vilarroya y su predisposición a tutelar y aconsejar a algún alumno que decide aproximarse al mundo del teatro desde una perspectiva científica. Y yo acepté encantado. En los últimos meses hemos hablado, los tres, en varias ocasiones de conceptos, ideas y elementos que conforman el acto teatral. Hemos elegido uno de estos elementos -la verdad escénica- y hemos empezado a desarrollar maneras de acercarnos a este tema. La idea es analizar qué puede aportarnos cada manera de relacionarse con la verdad escénica según la interpreta cada director, cada actor, cada compañía, cada estética ... El elemento central de esta investigación será la relación entre el director y el actor. Nos interesa la relación entre los dos mundos y cómo lo afronta cada artista. Como el director traslada al actor su percepción o interpretación de la escena, del personaje, de la pieza o, en general, del mundo y la identidad humana, y como el actor hace su o añade estas concepciones a su manera de trabajar el material dramatúrgico o interpretativo y hace lo mismo con la visión del director (y la altera). Como se relacionan las vivencias de cada parte de la pieza para crear un lenguaje estético común. La clave será encontrar diferentes relaciones y diferentes maneras de trabajar y cómo funcionan las diferentes parejas: ¿se complementan desde diferentes puntos de vista ?, ¿se potencian desde puntos de vista idénticos ?, ¿entienden la relación de manera similar y esto les ayuda o, al revés, lo que les ayuda es entenderla de manera diferente? ... el concepto por el que hemos querido empezar es la verdad. La verdad dentro del acto teatral, dentro de la atmósfera escénica. La verdad tiene muchas acepciones teatrales; la verdad interpretativa realista del método Stanislavski y de Uta Hagen, la verdad "política" en relación con el acto social-teatral de Brecht, la verdad brutal que nace con la performance que ejemplifican Abramovic o Angélica Liddell en los últimos años .. . en definitiva, realista o surrealista, teatro de texto, performático o danza contemporánea, espectáculos de gran público o de pequeño formato, en todos ellos, ya sea entre el público o en alguna crítica o entre profesionales de sector, se pueden encontrar fácilmente comentarios que remiten a la idea de que lo "tiene verdad" (generalmente en positivo) o "no tiene ninguna verdad" (casi siempre en negativo). Creo que investigar esta verdad, la relación entre el actor y el director, y sus diferentes formas es un proceso de enriquecimiento a través de la diversidad, ya que el objetivo no es descubrir una única verdad u obtener un resultado. El objetivo es nutrirse de todas las formas posibles de acercamiento a la "verdad teatral" para que esta sea más rica, más compleja y más accesible. Así que hemos decidido iniciar este proyecto, el cual- sin consulta previa y con cierta pompositat- he llamado, por ahora, proyecto Dialektiké. Este es en definitiva el prólogo para el diario de la investigación que iremos desarrollando en los próximos meses. arf Barcelona, ​​marzo de 2020

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